Los probióticos son microorganismos vivos, que en cantidades adecuadas, ejercen un efecto beneficioso sobre una o más funciones del organismo. Son tan beneficiosos para nuestro organismo como su misma definición lo indica, “para la vida”. Se cree que en nuestro tracto gastrointestinal coexisten entre 400 a 500 diferentes especies de bacterias.
Probioguard® contiene 4 cepas de bacterias vivas beneficiosas cuidadosamente escogidas: Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium bifidus, Streptococcus thermophilus y Lactobacillus delbrueckii, las cuales han sido ampliamente utilizadas en estudios clínicos. Estas especies de bacterias han sido seleccionadas de forma específica para ser utilizadas durante viajes, ya que la cocina local puede exponer al intestino a nuevos retos debido a la posible presencia de cepas de bacterias diferentes a las habituales, lo que puede alterar la digestión.
Lactobacillus acidophilus es la bacteria beneficiosa más conocida, predominante y efectiva en el intestino delgado. También se encuentra en la mucosa de la vagina, el cérvix y la uretra. Las Bifidobacterium bifidus en cambio, eligen la membrana mucosa del intestino grueso. Lactobacillus bulgaricus juega un importante papel ya que mejora el entorno para los acidophilus y bifidobacterium y Streptococcus thermophilus ayuda a aliviar los problemas de intolerancia a la lactosa.
Actualmente los probióticos tienen una importante utilidad respaldada por múltiples estudios clínicos actuales. Hoy en día sabemos que las bacterias Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus son los cultivos principales del yogur. Estas dos cepas trabajan conjuntamente para hacer frente a las bacterias no amigas.
Para proteger las bacterias vivas presentes en Probioguard® de los ácidos del estómago utilizamos DR cápsulas. Estas innovadoras cápsulas comienzan a liberar su contenido después de un prolongado período de tiempo (la desintegración comienza aproximadamente 45 minutos después que las capsulas de liberación inmediata, que lo hacen a los 5 minutos), protegiendo a las bacterias de la degradación que sufrirían en el estómago.
Estas cápsulas tienen un contenido de humedad 3 veces menor que las de gelatina, mejorando aún más la estabilidad de las bacterias vivas y están elaboradas de celulosa vegetal siendo aptas para vegetarianos.
El producto se presenta en un envase especial con un desecante integrado en la pared interior que protege frente a la humedad, ya que la viabilidad de las bacterias está ampliamente determinada por la humedad del ambiente que rodea a las cápsulas. Este envase especial elimina la necesidad de incluir una bolsa desecante dentro del envase.
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